El 4 de febrero del 2013, la sindicada por el delito de posesión de narcóticos Penelope Soto, había estrellado su bicicleta contra la calle Miami bajo la influencia de ansiolíticos de la marca Xanax. La pena que le correspondía por esta falta no debería haber sido tan grande como la que finalmente tuvo, ni siquiera teniendo en cuenta el agravante de que la policía encontró otras 26 pastillas en su poder cuando fue a socorrerla.
Pero Penelope Soto, de 18 años y oriunda de Nueva York, tenía escondida otra arma con la que el juez que la recibió esta semana, Jorge Rodriguez-Chomat, no contaba: su mala educación.
Al comparecer ante juez como lo verán en el video, lo insultó (vete a la "masa fecal") , le mostró el dedo símbolo del desprecio humano (anular o medio) y sonría copiosamente. Al punto que el juez le pregunta si tomo alguna droga. Esto le valió 10,000 dólares de fianza (5,000 más de la suma inicial) más 30 días de arresto. El primer vídeo les cuenta la tragedia y el segundo video tiene un final relativamente "feliz".
El caso ha suscitado no poco debate en Estados Unidos: hay quien opina que el juez estaba en la obligación de mantener la compostura y aplicar la ley con independencia de la forma de ser de la acusada, y hay quien opina que le ha dado a la joven la mano dura que necesitaba. Lo que se ha descubierto es que Rodriguez-Chomat, goza de escasa paciencia. En 1998 casi llegó a las manos con otro legislador que le criticó por mandar a sus hijos a un colegio privado.
Por otro lado, hay quien opina, como Fabiola Santiago, del periódico Miami Herald, que Soto "es un icono de la extravagante generación que adora a los famosos y se cree que puede exhibir su falta de respeto hacia la autoridad sin importarle las circunstancias, aún cuando es una acusada en un juzgado y se juega su libertad".
El último que ríe, ríe mejor. Y el ya fallecido Honorable y Distinguido Juez, Jorge Rodríguez Chomat (desde el 28 de junio de 1945 en La Habana, Cuba, hasta el 19 de agosto de 2017, en Miami, Florida) fue el único que se rió mucho mejor que Penélope Soto.
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