La psicopatía criminal puede ser tan repulsiva como fascinante. Los psicópatas representan una amenaza para la sociedad porque son más propensos a dañar a otros individuos y volverlo a hacer tras cumplir alguna condena.
Ahora, un estudio
holandés publicado en la revista Brain revela que si bien los
psicópatas tienen menos empatía con los demás a la hora de
atestiguar dolor ajeno, también son capaces de sentirla cuando se les
solicita que lo hagan; quizá esto explicaría porque suelen ser tan
carismáticos y malditos a la vez.
En el estudio, el
sistema judicial holandés unió fuerzas con la academia y logró que un grupo de
científicos liderado por el profesor Christian Keysers, director del
laboratorio Cerebro Social, en Amsterdam, analizará a fondo la mente
psicopática.
Dieciocho
psicópatas fueron trasladados al laboratorio del Centro Médico Universitario de
Groningen, donde el equipo utilizó resonancias magnéticas para analizar
su función cognitiva en torno a la empatía. Los psicópatas fueron comparados con un
grupo control.
Primero, los
participantes vieron cortometrajes de dos personas interactuando: uno de forma
cariñosa, otro lastimosa, otro en actitud de rechazo y finalmente, interacción
neutra. El enfoque de las tomas estaba en las manos de los personajes.”, dijo a Eureka
Alert Harma Meffert, autor del estudio.
Posteriormente, los
sujetos debían volver a ver los cortometrajes, pero ahora bajo la instrucción
explícita de empatizar con alguno de los individuos de los filmes. Finalmente,
los participantes debían hacer los mismos gestos manuales observados en los cortos
mientras se analizaba su actividad cerebral.
Queríamos saber
hasta que punto se activarían las mismas regiones cerebrales cuando veían las
acciones que cuando las hacían ellos”, explica Meffert.
En situaciones
empáticas, las neuronas espejo de tu cerebro activan
exactamente las mismas zonas que se activarían si tú estuvieras haciendo lo que
observas que el otro hace. Si alguien no tuviera la capacidad de ser empático,
no mostraría activación cerebral alguna en la corteza motora al ver a alguien
más mover las manos, por ejemplo.
Sin embargo, en el
estudio los psicópatas sí mostraron activación cerebral al ver los
cortometrajes, si en menor medida que el grupo control. Lo curioso es que en la
segunda visualización, cuando se les solicitó expresamente que fueran
empáticos, los psicópatas sí lograron alcanzar los mismos niveles de empatía
que el grupo control.
La psicopatía
podría no ser tanto una incapacidad de ser empático, sino una propensión reducida
a hacerlo espontáneamente”, expresa a Eureka Alert Valeria Gazzola, co-autora del
estudio.
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