LA CHICA QUE HIZO LLORAR A UN PRESIDENTE.

DANIELA ARMIJO

Esta estudiante campesina, oriunda de la región agrícola de San José de Chimbo, de unos 18 años,  es una chica  que como todos los de su país natal Ecuador; tiene muchas dificultades para labrarse un porvenir.  De un físico agradable y una voz sedante, tiene un mérito en especial.  Y es que hizo llorar al Presidente Rafael Correa del Ecuador, durante el acto inaugural de una universidad experimetal en su país.  Leyó su discurso, cometiendo uno de los pecados capitales de todo orador.  Sin embargo, cual fue el embrujo que sobre todo los participantes ejerció esta joven tan normal como  todas las de su edad .  

Escuchando su intervención, sentimos quizás,  el mismo efecto que aquellos participantes. Era agradable escucharla, brotaba por sus poros la sinceridad. Sus palabras sencillas pero elocuentes, dibujaban la realidad de lo que fue el pasado de la falta de oportunidad,  para abrir otro mejor y más digno  .  No olía a adulación por ningún lado, Su sonrisa franca destilaba agradecimiento.  Su mirada, que por momentos abandonada la lectura, escudriñaba  a los asistentes buscando penetrar sus mentes como una estaca a la  tierra. . Hablaba con el corazón,  un discurso así no podía fallar, un discurso así conmovería al más negro de los corazones.  Sus tonos bajos, con los que parecía pisar el hambre y la desesperación reforzaban magistralmente sus palabras.  En una ocasión le preguntaron a Miguel Unamuno, escritor y filósofo español. De donde venía el gran éxito que dibujaban sus intervenciones públicas, a lo cual  contesto: "Del tono...del tono por supuesto".  Tono que escuchamos en los discursos de Eva Perón o Salvador Ayende. Pero que a diferencia de ellos , no es alto y vigoroso, casi un grito...no!  El de Daniela Armijo es intenso  y  poderoso,  Un río  cuyo caudal nos arrastro,  haciendo  casi imposible el no escucharla.  Nos hace olvidar que lee , o profesa un contenido previamente elaborado.  Todo se le perdona...nos dio una lección de lo que hablar con el corazón puede producir sobre otros seres humanos.